Si su cónyuge decide cambiar, debe ser porque encontró la motivación para hacerlo, no porque usted elaboró un argumento convincente.
“Yo no me casé para esto,” dijo ella. “Antes de la boda, acordamos perseguir nuestros sueños juntos. Pero han pasado 15 años y no lo he podido sacar del sofá.”
“Ella nunca está satisfecha,” dijo él. “Si no vamos de paseo o no estamos haciendo cosas, ella está inquieta. Yo solo quiero relajarme, pero ella no puede hacer eso”.
Después de discutir, ambos prometieron “mejorar”, pero sus esfuerzos no duraron mucho. Ambos deseaban que la otra persona cambiara, pero eso no estaba ocurriendo. Esta pareja estaba ante una situación sin solución, y perdiendo las esperanzas.
La esposa pregunta: “¿Por qué él no cambia?”
El esposo pregunta: “¿Por qué ella no cambia?”
Porque ninguno desea cambiar.
No importa cuánto desee que su esposo cambie. Puede que usted se sienta frustrado e infeliz por eso, pero ese su dolor, no el de su cónyuge. El cambio ocurre cuando una persona siente la necesidad de hacerlo desde su interior.
El problema con la lógica
Digamos que su esposo está ganando peso y usted está preocupada por su salud (y por su apariencia, para ser honesta). Entonces, usted le explica cuán importante es tener una buena salud, cómo puede afectar su relación y cómo le impide ser activo con sus hijos o nietos. Le describe cómo esto puede afectar su empleo y su autoestima, y le dice que está preocupada. Él la escucha y trata de comer mejor y hacer ejercicios por un par de semanas, pero luego regresa a los viejos hábitos.
Una tarde él siente un dolor agudo en su pecho y experimenta una severa dificultad para respirar. En la sala de emergencia, los doctores le aseguran que no fue un problema de salud severo, ¡pero él ciertamente sintió dolor! Al día siguiente, su esposo pide a un amigo que comience a hacer ejercicios con él, y considera añadir lechuga a su dieta.
La lógica no toca las emociones como lo hace el dolor. Si su cónyuge decide cambiar, debe ser porque encontró la motivación para hacerlo, no porque usted elaboró un argumento convincente.
¿Cómo cambiar a su cónyuge?
¿Puede continuar compartiendo sus preocupaciones? Absolutamente. La honestidad es parte de toda relación, pero el cambio ocurre cuando usted hace lo siguiente:
Exprese su amor incondicional
Compartir sus preocupaciones tiene gran efecto cuando su cónyuge se siente completamente seguro de su amor y aceptación incondicional. Dígale a su esposo o esposa que su amor nunca va a cambiar. Esto proporciona un espacio seguro para hablar sobre asuntos difíciles. Ambos deben enfocarse en amarse el uno al otro por quienes son ahora, no por quienes pueden llegar a ser.
Permita que su cónyuge diseñe el cambio
No ofrezca su plan para el éxito. Puede que su cónyuge lo haga diferente a como usted lo haría, y eso está bien. Sea un gran motivador y ame a su esposo o esposa incluso en los puntos ásperos.
Cambie usted
Si trabaja en usted mismo, su cónyuge no se va a sentir solo. Esto es una oportunidad para apoyarse mutuamente mientras crecen juntos.
Usted no puede cambiar a los demás; ya es bastante difícil cambiarse a sí mismo. Pero ajustar su perspectiva puede darle una nueva actitud, que proporciona un terreno fértil para crecer. No hay garantías, ¡Pero hay esperanza!